Se dice que cada 200 años, aproximadamente, cambia el modelo de sociedad. Nadie duda que nuestra sociedad cambió drásticamente cuando los ciudadanos tuvieron en sus manos una herramienta de comunicación instantánea y global: internet.
Implica un intercambio de información a todos los niveles: científico, comercial y de divertimento, pero sobre todo de opinión. Detrás de cada teclado hay un ser humano que piensa y se comunica con otros.
De este modo fue surgiendo un movimiento espontáneo disconforme con el modelo de sociedad actual.
¿Cómo ocurrió esta conexión entre personas para reclamar sus derechos frente a una clase política que ya no les representa? ¿Cómo se organizaron? La respuesta la da un estudio realizado por el BIFI (Instituto Universitario de Investigación en Biocomputación y Física de Sistemas Complejos de la Universidad de Zaragoza) y la empresa Cierzo Development. Analizaron la propagación en las redes sociales del fenómeno 15M, concluyendo que surguió de forma espontánea y sin intervención exterior. Estas fueron las interacciones entre los indignados:
http://www.youtube.com/watch?v=H5w4amBIHj4&feature=player_embedded
Estuve en Sol, la Asamblea General del Grande Oriente Ibérico fue en Madrid a finales de mayo. También pude visitar y debatir en la acampada de Barcelona, en la Plaza Cataluña, incluso participé en una de las manifestaciones recorriendo el ensanche barcelonés, pues a primeros de Junio se celebró allí el I Congreso Internacional de Altos Grados del Rito Francés.
Es imposible transmitir ambas experiencias, especialmente la comprensión de puntos de vista tan diferentes que surgían en el mismo lugar. Ahora sabemos que el espíritu del movimiento ha prendido en otros países, en Grecia, cuna de la democracia, con especial fuerza.
Traigo el relato de la experiencia madrileña que escribí a la vuelta de mi viaje. Pasé la noche en el tren, desde Coruña a Madrid, para evitar volar en avión y reducir las emisiones de carbono. La spanish revolution estaba en su momento cumbre. Estas fueron mis impresiones:
Llegué a las 8 de la mañana a la Puerta del Sol. El campamento despierta bajo la atenta mirada de los policías nacionales. La mayoría duerme. El equipo de limpieza barre el suelo y la cocina prepara desayunos.
- ¿Quieres un Cola-Cao con galletas? - me ofrecen.
Y ante mi negativa añaden:
- Es gratis.
En los campamentos de indignados se ofrece comida gratuíta que donan entre todos. Cada cual lleva lo que puede y en la cocina se transforma la variedad de aportaciones dando forma a desayunos, comidas o cenas.
Sol es una aldea en miniatura, con calles y "manzanas" bajo el paraguas protector las lonas remendadas unas a otras: cocina, información, taller de psicología, respeto, biblioteca, yoga y relajación, asistencia sanitaria, pintura y expresión artística, guardería, igualdad de la mujer, taller de cine, encargados de seguridad, comunicación, estación generadora de energía (con 4 paneles fotovoltáicos), análisis político a corto, medio y largo plazo, un huerto... y en el corazón, la asamblea, un foro donde los ciudadanos, al estilo del ágora griega debaten y exponen con libertad plena sus pensamientos.
Universo en miniatura, reflejo del mundo ideal que se quiere construir. No hay dinero, todo se intercambia o regala. Unión en la diversidad, respeto a los demás. Un mundo en paz, un caos organizado por el deseo de construir un mundo mejor, materializado en esta aldeíta anárquica.
Al caer la tarde Sol es un hervidero de gente, lleno a rebosar. "¿Es así todo los días?" - pregunto – "Sí", responden.
La gente circula incesantemente por las "calles" interiores, bajo las lonas. Parece un improvisado zoco árabe, lleno de vida y movimiento. Un aroma a palomitas recien hechas se percibe a la par que un anuncio en megafonía: "los encargados de cada sector acudan a recoger palomitas". Varios mostradores ofrecen zumos de frutas y agua. Hace calor y las lonas crean un microcilma fresquito que se agradece.
Un grupo hace yoga en la desembocadura de una calle, apartados de las tiendas, entre gente que pasea y frente a la terraza de un bar de tapas. Los ciudadanos dirigen sus palabras a la asamblea mientras una cámara transmite en directo lo que acontece. La gente aplaude o agita las manos en alto "aplaudiendo" simbólica y silenciosamente para no interrumpir los debates. Me sorprende el poco espacio de que dispone la asamblea, donde caben, a lo sumo, 400 personas y me informan que los debates temáticos transcurren en la cercana y amplia Plaza de Santa Ana.
Las tiendas de campaña que aloja gente que se queda a dormir, lo ocupan todo, Puerta del Sol se queda pequeña para tal movida y se debate desmantelar el campamento para trasladarlo a los barrios. Hoy, 29 de mayo se han reunido asambleas en más de 140 barrios y municipios de la Comunidad de Madrid, estimándose que más de 25.000 personas se han reunido hoy para constituir los grupos locales. Muchos de ellos se reunirán una, dos o cuatro veces al mes.
Me comenta un amigo portugués que el movimiento ha prendido con fuerza en Lisboa, propiciado por la muy difícil situación económica que atraviesa el país. Comenzó el 19 de mayo, cuando unos estudiantes españoles del programa Erasmus se manifestaron. Ahora son los propios ciudadanos portugueses los que protestan. Es posible que el ejemplo se extienda a otras ciudades europeas.
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