Soy minero



Que en estos tiempos hipertecnologizados hayan tenido que ser los mineros los que enseñen el camino al resto de trabajadores, da que pensar. Que en la época de empresas flexibles, sociedad de la información, economía global, riqueza virtual y trabajadores desubicados y desideologizados, hayan tenido que ser los viejos mineros, con sus duras herramientas, sus manos callosas y su fuerte conciencia de colectivo, los que salgan a la luz y echen a andar para que los sigamos, debería hacernos pensar qué nos ha pasado a los trabajadores durante los últimos años, qué hemos hecho y dejado de hacer, qué nos han hecho y qué nos hemos dejado hacer.

Habrá quien diga que el protagonismo minero de estos días es pura coherencia: si la crisis y las políticas anticrisis suponen para los trabajadores un salto atrás en el tiempo, un regreso a trompicones al siglo XIX, nadie mejor que los mineros al frente de la manifestación, ellos que con tanta rotundidad encarnan aquellos tiempos iniciales del movimiento obrero. Pero no estamos ante un asunto de coherencia histórica, sino mucho más.

Las emocionantes escenas vividas en cada pueblo por donde han pasado los mineros en su marcha hacia Madrid, la acogida, las palabras de ánimo, las ayudas recibidas, la solidaridad extendida por todo el país, en las calles y en las redes sociales, y finalmente el recibimiento en la capital y el acompañamiento en su protesta por tantos trabajadores, deberían ser un revulsivo, marcar un punto de inflexión en la construcción de resistencias colectivas. Los mineros han roto algo, han despertado algo que dormía en nosotros, nos han empujado.
Sé que hay un componente no pequeño de simpatía que escapa a las razones de su protesta. Hay algo de justicia histórica, de memoria, de sentimentalidad obrera si quieren, en el cariño que los mineros reciben estos días, y digo cariño con intención, porque en ocasiones se trata de cariño más que de comprensión de sus reivindicaciones. 

La figura del minero, con su casco, su lámpara y su rostro ennegrecido está fuertemente arraigado en el imaginario de la clase trabajadora desde hace siglos, y por eso con los mineros no funciona el habitual discurso de los "privilegiados" con que algunos intentan anularlos desde la derecha mediática (por eso, y porque la minería representa desde siempre lo más duro y peligroso del mundo del trabajo, y su fatiga, lesiones, enfermedades y accidentes no casan bien con ningún privilegio). Por todo ello, por su condición popular de héroes de la clase obrera (demostrada, por otra parte, en tantos episodios de lucha en efecto heroica a través de siglos), parece natural que los mineros encuentren todo ese calor a su paso por los pueblos. No creo que una marcha a pie de, pongamos, camareros, albañiles, periodistas o funcionarios, lograse tanto apoyo, tanto cariño, tantos recibimientos, homenajes y adhesiones, por justas que fuesen sus reivindicaciones.

Pero más allá de ese componente emocional, importa el momento en que se ha producido esta salida de los pozos. En un momento de terror económico como este, cuando los trabajadores nos sentimos acorralados, desesperanzados, y nuestra resistencia se limita a adivinar por dónde vendrá el siguiente golpe, la aparición en escena de los mineros puede ser la lucecilla al final del túnel (el túnel en que andamos perdidos los trabajadores, no el tópico túnel de la salida de la crisis donde la única luz que se ve es la del tren que viene de frente), la señal que estábamos esperando. Los mineros nos están dando una lección que no deberíamos dejar pasar, y que va más allá de sus reivindicaciones por justas que puedan ser.

Y lo son. Los mineros tienen razón en su lucha, y no voy ahora a extenderme en por qué tienen razón. La tienen por todos los motivos que ya habrán oído y leído estos días, pero incluso si no tuviesen esos motivos, seguirían teniendo la razón de su lado, por una elemental cuestión de justicia histórica. Se lo debemos, a ellos y a las generaciones de mineros que les anteceden, y eso basta para que estemos obligados a respetar su medio de vida y sus territorios, ofrecerles salidas dignas y no escatimarles un dinero que es calderilla comparado con los rescates financieros. Pero insisto: lo que hoy me interesa no es tanto su lucha particular (que apoyo), sino esa lección de dignidad, solidaridad y resistencia que nos dan al resto de trabajadores. Todos nos hemos sentido interpelados estos días por la lucha de los mineros, en dos direcciones: porque en su reivindicación de un futuro digno cabemos todos los que igualmente carecemos de ese futuro; y porque la contundencia de su lucha hace más evidente nuestra pobre reacción ante los ataques sufridos.

En cuanto a lo primero, la reivindicación de los mineros es extensible a todos nosotros. En los mineros vemos nuestro pasado, nuestra conciencia de clase que en algún momento perdimos o nos arrebataron, las posibilidades de lucha colectiva que hoy no encontramos. Pero sobre todo, vemos en ellos nuestro futuro: en su grito para no ser abandonados, para no desaparecer, para no ver arrasados sus pueblos y comarcas por el paro y la inactividad, asoma un resquicio del futuro que nos espera a todos, convertidos todos en trabajadores abandonados a nuestra suerte, abocados a un largo tiempo de escasez, de miseria; a merced de un viento que no deja nada en pie; con millones de empleos en extinción, y toda España convertida en una gran comarca minera amenazada por la desolación y la falta de salidas.

En cuanto a lo segundo, la dureza clásica con que resisten los mineros, la violencia con que responden a la violencia, hace que debamos buscar otra palabra para denominar lo que hacemos los demás, eso que a menudo llamamos de manera exagerada resistencia. Mientras nosotros 'incendiamos' las redes sociales, los mineros prenden fuego real a las barricadas en las autopistas. Mientras nosotros convocamos una huelga cada dos años, sin mucha convicción y sobre todo sin continuidad, los mineros eligen la huelga indefinida durante semanas, inflexible. Mientras nosotros escribimos posts y tuits de denuncia contra los recortes (yo el primero), ellos se encierran en los pozos, paralizan el tráfico, levantan en pie de guerra comarcas enteras, y finalmente echan a andar por la carretera. Mientras nosotros pintamos ingeniosas pancartas y componemos simpáticos pareados para gritar en manifestación, ellos se enfrentan a cuerpo con la Guardia Civil. Mientras nosotros retuiteamos y damos miles de "me gusta" para apoyar las reivindicaciones de los colectivos más castigados, ellos van pueblo por pueblo dando y recibiendo abrazos, compartiendo comidas y techo. Mientras esperamos al próximo aniversario para volver a tomar las plazas, ellos se plantan en la Puerta del Sol tras haber hecho suyas las plazas de todas aquellas localidades por las que pasaron.

La lección está clara: ante el ataque total contra los trabajadores, estos no son tiempos de hashtag, sino de barricada. Frente a la solidaridad efímera de la red social y la indignación inofensiva, son tiempos de caminar juntos, de compartir encierro o marcha, de encontrarse en las calles, de abrazarse como ya no nos abrazábamos, como estos días se abrazaban los mineros con quienes los esperaban a la entrada de cada pueblo.

Por todo ello, el gobierno no puede permitir que los mineros ganen este pulso: porque si triunfan, estarán dando un mal ejemplo para el resto de trabajadores, que podríamos tomar nota, aprender la lección, seguir su ejemplo para ser escuchados, para no ser pisoteados, para no seguir perdiendo: luchar, resistir, construir redes de solidaridad, ser firmes, llegar hasta las últimas consecuencias, tomar la calle, recuperarla. Por eso la durísima represión policial contra los mineros y su criminalización mediática.

Por las mismas razones los trabajadores necesitamos que los mineros ganen este pulso: porque su victoria despeja el camino para nosotros, y en cambio su derrota nos haría más difícil levantar la resistencia. Por eso hoy todos somos mineros, y tenemos que estar con ellos. Por justicia, por historia, por memoria, porque lo merecen. Pero también por nosotros, porque si ellos temen por su futuro, el nuestro es más que negro, negro carbón.
Isaac Rosa
 http://www.eldiario.es/zonacritica/2012/07/11/soy-minero/

"Primero vinieron a buscar a los comunistas, y yo no hablé porque no era comunista. Después vinieron por los socialistas y los sindicalistas, y yo no hablé porque no era lo uno ni lo otro. Después vinieron por los judíos, y yo no hablé porque no era judío. Después vinieron por mí, y para ese momento ya no quedaba nadie que pudiera hablar por mí"
1945, Martin Niemoeller (pastor protestante, 1892-1984). Erróneamente atribuida a Brecht

La leyenda de Hiram


La leyenda de Hiram se analiza habitualmente desde un punto de vista moralista. El diccionario de la Francmasonería de Daniel Ligou considera a Hiram símbolo de la Justicia, el Genio y el Arte, mientras que los tres malos compañeros personifican la Ignorancia, el Fanatismo y la Ambición.

Este trazado investiga la leyenda de Hiram desde otro prisma, es una visión esencialmente esotérica e indiscutiblemente iniciática, comenzando por el propio nombre de Hiram, cuya fonética tiene sorprendentes coincidencias con sonidos fundamentales presentes en las más antiguas tradiciones.

No se desvelará ningún mantra o sonido que no se encuentre en internet. Las tradiciones iniciáticas orientales conservan mantras, símbolos sonoros que no se han divulgado y solamente son desvelados durante la iniciación. Esta plancha no desvela ningún secreto y por lo tanto, está recortada. Las coincidencias entre las antiguas tradiciones y la Masonería son más numerosas de las aquí expuestas. En todo caso es una visión muy personal, cada masón tiene su visión diferente y su propia percepción del simbolismo masónico. Esta es una visión más, entre muchas otras.

1-  EL NOMBRE DE HIRAM
 La doctrina hermética enseña que el universo manifestado está constituido por frecuencias o sonidos fundamentales. Para la tradición iniciática del yoga son 50 sonidos originales, los biya mantras a partir de los cuales surge todo el universo manifestado. De ellos nacen las vibraciones del pensamiento, las ideas y finalmente las frecuencias más lentas y densas que conforman el mundo material. Las tradiciones iniciáticas de oriente indican que el sánscrito arcaico se hizo a partir de ellos, por esta razón los mantras,  independientemente del país, religión o tradición iniciática que los utilice,  son sonidos sánscritos.
El nombre de Hiram encierra sonidos primordiales empleados desde tiempo inmemorial como base a la meditación, su nombre encierra sonidos semilla derivados directamente de los 50 sonidos originales: los biya mantras,.

La palabra Hiram es de origen fenicio y se pronuncia con "h" aspirada: "Jiram", un sonido presente en algunos mantras del hinduísmo y tantrismo. Hiram. En sánscrito HA es el sonido de Shiva, la realidad última de la felicidad y el éxtasis, el gran autorealizado. El nombre de Hiram, arquitecto constructor comienza con el sonido de Shiva, el Señor de la danza cósmica, de la continua creación y destrucción del mundo. Su esposa es Parvati-Sakti, es la energía femenina que en el ser humano se manifiesta como el despertar de la consciencia, el despertar de la Kundalini, que en el budismo tántrico equivale a Vajrayoguini.

Hiram contiene otros sonidos primordiales:

HAM es el sonido del elemento éter, la quintaesencia, asociado al 5º chacra, en la garganta.
IAM es el sonido del elemento aire, el sonido del 4º chacra, el del corazón, el del amor desinteresado y fraternal.
RAM es el sonido del elemento fuego, asociado al tercer chacra, en el ombligo. Es el sonido del dios RAM o RAMA, el hombre Perfecto y séptima encarnación de Vishnu, la segunda persona de la tríada Hindú, deidad de la preservación y la bondad.
RA es la vibración del mundo manifestado.
Por último, la M es el sonido de la mente profunda.

El nombre de Hiram contiene a todos ellos y encierra todas sus potencialidades que pueden ser desarrolladas analizando interiormente los distintos estados emocionales y mentales que el sonido sugiere.


2-  LEYENDA DE HIRAM

Durante la ceremonia de exaltación al grado de Maestro se dramatiza la leyenda de Hiram. Se cree que fue incorporada entre 1720 y 1723, no siendo obligatoria su representación hasta 1730, aproximadamente.
Sus orígenes son inciertos. Se sabe que en alguna rama de la masonería operativa francesa se incorpora la figura de un arquitecto del Templo de Salomón, el Maître Jacques cuyo nombre significa "erudito o sabio". Ambos maestros, Hiram y Jacques, viajaron al Medio Oriente para trabajar en la construcción del Templo de Salomón.

En Francia, la figura del Maître Jacques es recogida en algunas leyendas del Compagnonnage. En ellas, el arquitecto fenicio Hiram, habiendo recibido el encargo de edificar el Templo de Jerusalén, mandó llamar a obreros de diversos países, entre los cuales se hallaba el Maître Jacques, quien acudió a Jerusalén con algunos de sus compañeros. Ellos habrían levantado una de las columnas del Templo: Jaquin y quizás también Booz. (Hallamos de nuevo en Jaquin el sonido "J" similar a la "H" aspirada.

Estos legendarios Enfants de Maître Jacques, desde la remota antigüedad, habrían sido el origen de las hermandades de constructores que sembraron Europa occidental de menhires, dólmenes y templos galo-romanos, y cristianos.

Además de constructores eran también campesinos, artesanos, curanderos, guerreros y comerciantes. Ellos constituían un entramado social que algunos historiadores como Louis Charpentier relacionan con el Camino de Santiago anterior en el tiempo a la peregrinación a Compostela. (Jacques en francés),

Los historiadores consideran un hecho que las hermandades de constructores de los países mediterráneos se relacionaban entre si desde tiempos muy antiguos y se desarrollaron y expandieron gracias a los fenicios, grandes navegantes. Hiram también era fenicio.

En la Edad Media estas hermandades de constructores serían acogidas por los monjes que impulsaron el románico, conformando las logias de masones operativos. No podemos saber si el Maestro Hiram tuvo mayor protagonismo en las logias de constructores del medioevo, porque el pastor Anderson y Desaguliers destruyeron numerosos documentos antiguos en su tarea de "refundir" la masonería especulativa. No sabemos si transmitieron a Hiram las características que en su día contaba el Maître Jacques o qué papel jugaba Hiram en la masonería medieval. Solo podemos afirmar que la figura de Hiram aparece en la masonería especulativa entre 1720 y 1723.


3- LA EXPERIENCIA DE HIRAM

La leyenda de Hiram, tal como de representa hoy en día en la ceremonia de exaltación del tercer grado es un psicodrama que representa la muerte iniciática y el renacimiento del maestro iniciado. Es descrita como una experiencia personal, contiene una profunda enseñanza esotérica, estando presente en las grandes tradiciones iniciáticas de todo el mundo.

La muerte del masón comienza en la Cámara de Reflexión antes de ser iniciado, una primera invitación al conocimiento de si mismo en un gabinete de paredes negras y profundo simbolismo, donde escribe su testamento filosófico.

La fórmula hermética V.I.T.R.I.O.L. le indica el descenso al interior de la tierra, a las profundidades de su mente, donde habrá de enfrentarse a la abigarrada iconografía de su universo subconsciente, sus miedos, deseos, emociones…, a los infiernos, en suma, comunes a todos los seres humanos.
Es el escenario donde habitan los tres malos compañeros asesinos de Hiram, dominados por la ignorancia, el fanatismo y la hipocresía; el egoísmo que impide el florecimiento de la sabiduría.

El iniciado observa el escenario de su mente, donde cada  emoción, deseo y pensamiento nace para dar paso al siguiente en una cadena sin fin. Surgen y se desvanecen, hasta que…, finalmente…, desaparecen y solo queda un gran silencio. Es la muerte de los compañeros responsables de la muerte de Hiram que se arrojan a un abismo, un símbolo esotérico presente en distintas tradiciones iniciáticas y que describe una experiencia concreta.

Al cruzar este "abismo" mental se está consciente, pero nada surge en la mente, ni una imagen, ni un impulso. Solo un inmenso vacío, un infinito vacío en el que se flota, como un pez nadando en un océano ilimitado. El Zen lo describe así…: "Arriba ni una teja para cubrir la cabeza, debajo ni un centímetro de tierra donde asentar el pie".

Es la muerte del ego, La muerte iniciática. Quienes lo han vivido lo describen como una muerte real. No ha quedado nada de la identidad del iniciado, que sigue su vida cotidiana, trabajando, caminando y amando en un completo vacío mental.

Pasado un tiempo, que pueden ser horas o días, hay un "despertar" brusco. En muchas tradiciones este despertar se representa con un árbol o una rama, como la rama de acacia que reposa sobre la tumba del maestro Hiram.

Esta experiencia es a la vez física, emocional, mental y trascendental. Recibe distintos nombres según la tradición: "iluminación", "despertar de la serpiente", "Kensho", "muerte iniciática" … Al vivenciarla se rompen las barreras que separan al individuo del entorno que le rodea, sintiéndose indisolublemente unido a todo lo que existe como una gota de agua que se funde en el mar.  


4-HIRAM, CONCIENCIA SOCIAL

La muerte de Hiram es la meta perseguida por todo iniciado y a la vez el comienzo de su verdadera vida iniciática. El maestro ha renacido a una vida nueva en la que ha adquirido una visión global. Los objetivos personales están en un segundo plano, pues piensa y siente desde la totalidad.

La muerte iniciática es un punto de inflexión en la vida del maestro iniciado.
Renacido a una nueva visión de la realidad, está plenamente integrado en su entorno social al percibirse a si mismo como parte inseparable del mundo que le rodea.  Se siente indisolublemente unido a todo lo que existe y al destino de todos los seres humanos, animales y plantas. Ningún sufrimiento le es ajeno. 

La conciencia ecológica es una consecuencia inevitable, al igual que el compromiso social. La violación de los derechos de un semejante son percibidos como la violación de los propios derechos y el maestro masón renacido hará todo lo posible por restaurarlos.

Su concepto de Libertad, Igualdad y Fraternidad abarca a todos los seres humanos, sin excepción. Es el maestro constructor del Templo Universal donde los hombres y mujeres de todos los países, razas o ideología tienen cabida.

Carta de un minero asturiano



He trabajado 25 años en la mina, bajé a un pozo cuando tenía 18 años y me gustaría deciros que me asombran muchos comentarios que leo sobre la minería y las prejubilaciones, en éste grupo y en otros.Os doy mi parecer, para ver si puedo disipar varias dudas que veo que hay sobre éste sector.

La lucha que están llevando los compañeros en éstos momentos, no es para pedir dinero, sino para que se respete el acuerdo firmado el año pasado entre el Ministerio de Industria y los sindicatos mineros, la firma de éste acuerdo tenía unas ayudas asignadas hasta el año 2018.
Éste dinero lo dió La Comunidad Europea y no los Gobiernos Españoles, con ésto quiero decir que no lo puso ningún español para ayudarnos como piensa mucha de la gente que tanto nos critica.

En cuanto a éste dinero lo que yo me pregunto, como casi todas las familias mineras, es donde está la parte de los Fondos Mineros que supuestamente iría destinada a la creación de industrias alternativas al carbón en las cuencas mineras, después del cierre de las minas. Pues bien, cómo en muchos otros sectores,el dinero lo manejaron los políticos y los sindicatos. Con parte de éste dinero, os podría decir, por ejemplo, que el Señor Gabino de Lorenzo ( ex-alcalde de Oviedo) pagó las farolas de su ciudad, el nuevo Palacio de Exposiciones y Congresos y otras muchas obras. La ex-alcaldesa de Gijón ( la Señora Felgeroso) lo invirtió en la Universidad Laboral y cómo el primero, también en otras obras.

En el Valle de Turón,perteneciente a la Cuenca del Caudal, donde yo vivo, con más de 600 muertos ( que sepamos, pues en la guerra civil se quemaron los archivos anteriores ) en las minas desde el año 1889 hasta el 2006 cuando se cerraron, hicieron un polideportivo que por cierto, se inauguró sin aseos y así siguen, una senda para pasear y poco mas. Todo nuestro entorno esta lleno de escombreras, que poco a poco se están intentando recuperar. Pero de reindustrialización, que es lo crea los puestos de trabajo estables para que siga habiendo vida, casi nada.

Veo con asombro que a mucha gente le parece mal ésta ayuda, no quisiera escribir ésto, pero hay ayudas a otros sectores como la ganadería, el campo, la pesca y muchas más que no voy a mencionar, yo personalmente me alegro, prefiero que las ayudas sean para los trabajadores que para los chorizos que nos roban todos los días.

Después de acabar la guerra civil en este país, parece que muchos de vosotros no sabéis que los mineros españoles estuvieron trabajando una hora gratis, al día y durante muchisimo tiempo, para levantar lo que el franquismo destruyó, cuando en nuestras casas no teníamos ni para comer.

En el año 1962 los mineros empezaron una huelga que se extendió por toda España, donde se consiguieron muchos de los derechos que tenemos todos los españoles hoy en día y que ahora están tratando de arrebatarnos. En ésta huelga hubo muchos palos, presos, hambre y destierros hacia otras provincias de España separándolos de sus familias y que empezaron a regresar en el año 1980.

Sobre las prejubilaciones, es mentira que los mineros se prejubilen con 40 años y habláis de euros con si fuese que nos tocó la primitiva, la realidad es otra, dentro de de las mensualidades que cobran los prejubilados está incluida la parte de sus pagas extraordinarias y van en función de las categorías laborales,no cobra lo mismo un picador, que un barrenista ó que un ayudante de barrenista etc., su cotización es al 50%, quiero decir con ésto que nosotros cada dos años, cotizamos a La Seguridad Social un año mas, por ejemplo yo que trabaje 25 años, he cotizado a La Seguridad Social 37 años y medio,¿ alguno de vosotros creéis que llegareis a pagar lo que nosotros aportamos a dicha Seguridad Social?.

. El carbón que traen de fuera según vosotros es más barato que el autóctono, lo pongo en duda pero voy a pensar que es verdad, ¿qué queréis vernos siendo unos esclavos como en éstos países? yo no quiero que ningún trabajador del mundo lo sea.

Esto que voy a escribir es un hecho real, he trabajado con compañeros Checos y Polacos, cuando llegaron a Asturias y empezaron a comprar en los comercios, estaban acojonados porque podían comprar la cantidad que quisieran y en sus países no podían hacerlo. La primera Navidad que pasaron con nosotros traían en cada mano una tableta de turrón. nosotros les preguntábamos que por qué hacían eso y nos decían que en su país, no se podían permitir ni comprarlo ya que su salario solo llegaba para mal comer. Con ésto quiero decir que si no defendemos nuestros derechos nos pasará lo mismo.

7º. Sobre los cortes de carretera contestaré a todos esos que tanto protestan porque los mineros les impiden acudir al trabajo o a estudiar y dicen que cuando tengan problemas en su empresa, irán a los centros de trabajo de otros a "fastidiar". Os diré que siempre que algunos compañeros de otros sectores nos pidieron ayuda para defender sus puestos de trabajo, hemos parado 24 horas, apoyando aquí y fuera de aquí.

Cuando las huelgas de los mineros Ingleses, paramos de trabajar y se hizo una colecta para mandarles dinero para que pudieran alimentar a sus familias. ¿alguno duda que no vamos a unirnos a cualquier sector afectado? Pero parece que ahora cuesta trabajo hasta pedir ayuda a los demás. Apoyarnos unos a otros es fundamental, pero lo que hacemos sin embargo es lo contrario y así los de arriba siempre jugaran con ventaja.

Si todos los trabajadores españoles estuviesen tan unidos como los mineros, los gobernantes de este país se lo pensarían mucho antes de hacernos recortes como los están haciendo, os lo puedo asegurar. Reflexionar sobre quien os impide ir a trabajar o a clase, con los despidos legales de hoy en día y los recortes en educación, los que os lo están impidiendo son nuestros políticos.

También me gustaría decirles a los que opinan que deberíamos ir a quejarnos a Madrid a las puertas del Ministerio y que "a los demás les dejemos tranquilos", que sí que hemos ido, pero por la censura mediática que estamos teniendo puede ser que no se esté informando con transparencia.

Creo firmemente que el trabajador que defiende sus derechos no es un terrorista como nos llaman ahora por luchar por el bienestar de nuestras familias.

Os invito a todos a que salgáis de vuestras casas y defendáis lo vuestro. Quedándoos en casa, estáis permitiendo que poco a poco consigan meteros el hambre en vuestras vidas.

Quieren que nuestros hijos y los vuestros sean analfabetos como nosotros, que vimos las paredes de la escuela más por fuera que por dentro, un pueblo analfabeto es más fácil de dominar.

Manteneros informados, contrastar todo lo que veáis por la televisión, ahora tenéis Internet, móviles, para poder estar en contacto permanente, organizaros, de la forma que queráis, pacíficamente o directamente en las barricadas, pero organizaros!Marcar objetivos a conseguir en un plazo corto de tiempo, el gobierno va muy rápido cuando es su favor y lo sabéis.

Quitar la palabra "miedo" ó la frase "total para lo que va a servir" de vuestras mentes y tomar el control de vuestro futuro.

Si alguien no entiende algo de lo que escribí o me quiere hacer alguna pregunta más concreta, si puedo, se la contestare con mucho gusto.
Muchísimas gracias a todos y todas los que nos apoyáis desde otras provincias y desde otros países.
Un saludo.
Juan José Fernández. Asturias.

El Grande Oriente Ibérico miembro de CLIPSAS

La Asamblea General de CLIPSAS, que ha tenido lugar el pasado sábado 17 de mayo en Casablanca (Marruecos), ha aprobado el ingreso del Grande Oriente Ibérico en esta organización internacional, la más importante de la masonería liberal. El encuentro ha contado con asistencia de más de 200 delegados, que acudieron en representación de más de 50 de las 72 potencias masónicas de todo el mundo que forman parte de CLIPSAS.

El GOI ha sido la única de las obediencias que habían solicitado entrar en esta organización que ha visto resueltas positivamente sus aspiraciones.